Montecasino: el abismo a las puertas de la Ciudad Eterna

Por entonces, la sucesión de victorias de las tropas del general estadounidense Bernard Law Montgomery en el norte de África y Sicilia habían avivado el optimismo del contigente aliado, al tiempo que la desazón cundía entre el Ejército alemán, que veía cómo el supuesto plan infalible de su führer, Adolf Hitler, se iba desmoronando. El 11 de febrero se decidió finalmente cancelar la fracasada ofensiva, pero para entonces las bajas aliadas alcanzaban la cifra de 4200 estadounidenses y 2500 franceses caídos en acción. A cambio, se había tomado monte Belvedere y se había cruzado el Rápido pero sin haber conseguido avanzar más allá, ni alcanzar Cassino ni la abadía y mucho menos el valle del Liri. Amparados por la oscuridad, a pesar de las terribles bajas, un batallón completo consiguió alcanzar la orilla enemiga y tender dos puentes, pero los alemanes, dándose cuenta de que con los puentes operativos llegarían rápidamente refuerzos y perderían sus posiciones, contraatacaron en mitad de la noche. Apoyados por cañones bien atrincherados que disparaban directamente contra las posiciones enemigas estimadas, los granaderos pulverizaron a los estadounidenses.

Allí se dirigen los especialistas en idiomas, en historia y en arte, de todo el mundo, para admirarlos y estudiarlos.Asi, después de mil años, continúa siendo de utilidad la maravillosa obra de los humildes monjes de Montecasino. Se trataba de un primer esbozo de la forma de la jurisdicción espiritual de Montecasino, confirmado posteriormente en el privilegio de fecha incierta, emitido por el papa Nicolás I ( ), en el que se reconoce la exención total de la abadía de cualquier jurisdicción episcopal. En este espacio desprovisto del cuidado de un pastor eficaz, san Benito pronto comenzó a realizar una obra de evangelización con la autoridad de un carisma que no escapó al propio rey de los godos, Totila, que lo visitó poco antes de asediar Roma en diciembre de 546, recibiendo entre otras cosas la predicción de su muerte inminente. Los primeros cuatro sucesores del santo en el gobierno de Montecasino fueron Constantino, Simplicio, Vitale y Bonito, el último de los cuales vio el monasterio destruido por los lombardos de Zetone[1]​ hacia el año 580,[1]​ con el consiguiente exilio de la comunidad monástica en Roma y su probable extinción. El intenso uso de la artillería por parte de ambos bandos resultaba especialmente letal en un terreno duro como aquel en el que resultaba casi imposible cavar trincheras para protegerse y donde cada proyectil hacía estallar el suelo como si se tratara de cristal, desprendiendo fragmentos cortantes que podían causar fatales desgarros. Alrededor de un 75% de las bajas de la batalla se debieron a la acción de los obuses de mortero o de la artillería, cuyas explosiones, intensificadas por el eco de los valles, tenían, además, un profundo efecto desmoralizador en las tropas.

Durante horas, la artillería estadounidense y su aviación táctica castigaron las posiciones de la 15.ª División Panzergrenadier (que además estaba casinos dinero real gratis sin deposito incompleta porque algunos de sus elementos habían sido llamados como refuerzos en otros sectores del frente). Confiados en que el castigo habría sido terrible para los defensores, los infantes dejaron sus posiciones y comenzaron a preparar el cruce del río con lanchas de asalto. El primer asalto (11 de mayo al 12 de mayo) causó enormes bajas aliadas, pero el Octavo Ejército británico logró atravesar las líneas enemigas, logrando alcanzar el valle del Liri, justo debajo del monasterio.

Disidencias de las Farc intensifican hostigamientos contra el Ejército en Cauca: un presunto guerrillero fue abatido

Paracaidista, otras unidades de la Wehrmacht en otros sectores no pudieron resistir lo suficiente. Las 94.ª y 71.ª Divisiones de la Wehrmacht acabaron cediendo y los subsiguientes avances aliados pusieron en grave peligro de quedar cercados a los defensores de Cassino y del monasterio. La evacuación se hizo de noche y en orden, aunque no pudieron cargar con los heridos. Antonio Gozzer, conocedor de que el enemigo intentaría cruzar el río, voló una presa provocando el desbordamiento del río y convirtiendo ambas orillas en un casinos online que pagan dinero real lodazal.

  • Los franceses conquistaron monte Belvedere, pero cuando les quedaba poco trecho para enlazar con los norteamericanos los granaderos panzer consiguieron detener su avance definitivamente.
  • Y sin embargo, como reconoce el historiador británico, aquel frente suponía mantener ocupada a una décima parte de las fuerzas terrestres de Hitler y favorecía la ejecución de operaciones importantes, como los bombardeos de los yacimientos petrolíferos de Alemania en Rumanía, de modo que no era posible cancelar la campaña.
  • Había sido relevada por los paracaidistas (y bien ganado se lo tenía esta fabulosa unidad).
  • Antes del bombardeo, la irreemplazable biblioteca del monasterio junto con otros tesoros artísticos fueron enviados a la Ciudad del Vaticano por los alemanes y sobrevivieron a la batalla.
  • Un periodo floreciente de Montecassino siguió a su restablecimiento en el año 718, cuando entre los monjes estuvieron Carlomán, hijo de Carlos Martel; Ratgiso, antecesor del gran duque lombardo y rey Astolfo; y Pablo el Diácono, el historiador de los lombardos.
  • Desde Montecasino se planearon y ejecutaron muchos de los crímenes más atroces de los peores años de Medellín.

Solo unos pocos pelotones y compañías incompletas alcanzaron la orilla norte, pero una vez allí, quedaron aislados buscando cobijo desesperadamente ante el aluvión de fuego que se les venía encima y no pudieron consolidar la cabeza de puente. Décadas más tarde, florecían en aquellos territorios muchas abadías benedictinas. Organizando a los monjes romanos y a los que llegaban de las regiones ocupadas por los invasores bárbaros, Gregorio se dedicó a la tarea de evangelizar a la Europa Occidental. Básicamente, la vida en Monte Cassino representó un tipo de "huida lejos del mundo", una renuncia a distintos "falsos valores" entre le cuales estaba la misma instrucción intelectual. Aún existen copias manuscritas, hechas por monjes de Montecasino, de algunos libros del historiador latino Tácito y de tratados de Cicerón.

Montecasino: el abismo a las puertas de la Ciudad Eterna

Con todo, aquello no supuso el fin de la resistencia alemana, que aún obligaría a los aliados a importantes esfuerzos para asegurar al fin su avance hacia Roma. Un momento esencial fue cuando, el 25 de mayo, las fuerzas que avanzaban desde la línea Gustav lograron unirse a las tropas que permanecían asediadas en la zona de Anzio desde hacía 124 días. Finalmente, el 15 de febrero, cientos de bombarderos aliados sobrevolarían la abadía lanzando sobre ella unas 576 toneladas de bombas. El histórico edificio quedaba reducido a escombros, pero para desgracia de los atacantes sus ruinas, en las que permanecían algunas paredes en pie se convertirían, ahora sí, en un auténtico baluarte de la defensa alemana. Cuando buena parte de las tropas norteamericanas estaban en esta tarea, los granaderos panzer, que habían sabido cobijarse durante los bombardeos, abrieron fuego con armas automáticas y morteros. En pocos minutos, en la orilla sur del Rápido se amontonaban los muertos y heridos norteamericanos.

La mañana del día 18 de mayo, tropas polacas tomaron el pueblo y coronaron Monte Cassino sin oposición. A partir del 18, comenzó a nevar copiosamente y se detuvo el ataque británico, que además de no conseguir ningún avance, había supuesto ya centenares de muertos y heridos para sus unidades. Era evidente que los alemanes no estaban dispuestos a ceder y que contraatacarían cualquiera que fueran las circunstancias donde hiciera falta. Los Aliados, desconfiados, decidieron bombardear Monte Cassino el 15, lanzándose 600 toneladas de explosivo.

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *